Sharon era una niña aislada y a sus 15 años solo conocía a su abuela de 50 años, vivían en un pueblo situado a orillas del rio magdalena.
Sharon era blanca de cabellos y ojos negros azabaches. La abuela la mantenía encerrada por que los dones de la joven eran únicos y maravillosos.
La gente del pueblo sabía que Ofelia no vivía sola y se rumoraba en las esquinas la posible existencia de una niña de dos cabezas y se decía que botaba fuego por los ojos. Ofelia vivían en una casa grande, modesta que su hijo muerto en guerra le heredó para su sustento para ella y, su nieta, muy cerca de esta casa estaba ubicado el internado de los hermanos franciscanos liderados por el prestigioso cura fray José conocido por ser estricto y parcial con sus seminaristas, fray acostumbraba a recorrer las orillas del rio magdalena con sus seminarista rezando el rosario, además ordenaba y mandaba a realizar los que asees a Leandro el mas juicioso y dedicado de sus estudiantes. Fray además de ser el modelo y profesor de los seminaristas tenía la misión de cambiar las creencias paganas del pueblo y convertirlos en fieles cristianos. Una de esas tardes cuando el sol se escondía a las orillas del rio magdalena, de pronto se escuchaba sobre el pasto y la tierra murmullos. SHARON en la terraza de su alcoba tejía y en sus ojos curiosos buscaban tratando de observar los rostros de aquellas personas que ala distancia se veían, se sintió algo nunca antes experimentado y pensó hace tanto tiempo no veo a nadie y al fijar sus ojos en aquella multitud le causa curiosidad el joven que va delante del grupo su rostro afloraba en medio de su capucha. La abuela la observaba Desde una esquina de su cuarto el interez con que ella observava y se hacerca y le susurra al oído…… Sharon son jóvenes que entregan su vida a dios ………si lo sabes verdad…Sharon refleja en sus ojos un sentimiento de culpa por haber observado a aquellos jóvenes retirándose rapiodamente de la ventana Ofelia cierra las ventanas tratando de proteger a su nieta de las brisas típicas del pueblo.
Los días transcurrieron en medio de un clima sofocante donde los abanicos se movían al son de la mano .
Doña Ofelia descansaba en un mesedor cuando Sharon expresa abuela hoy viene alguien a recoger ofrendas para los pobres dejame estar con tigo no me escondas siento que una fuerza extraña va a entrar a nuestra casa, esta bien mi niña creo que ya es momento de que te conozcan y dejen los chismes de corredor.
Al entrar la tarde irrumpió el silencio cuando tocaron la puerta, Noris la señora de la limpieza -que Ofelia acogió por su confidencialidad- abre la puerta y expresan ¡ave maria purisima!, a lo que noris responde ¡sin pecado concebido!; Ofelia se hacerca al lado de su nieta con una canasta llena de frutas y enceres como si supieran el objetivo de la visita del sacerdote.
¿y esta jovencita? Pregunta el cura, yo jamás le había visto! Y no sabia de su existencia, Ofelia responde se llama Sharon y es mi nieta y mi única familia ya sabe usted por los murmullos de las calles que mi único hijo y nuera murieron en la guerra.
Mientras fray hablaba con Ofelia de garcia, leandro el estudiante que acompañaba al cura en todos los proyectos no quitaba la viata de la joven asombrado de tal belleza inimaginable e inocencia, Sharon en ese momento agacha la mirada con una tristeza y corre hacia su cuarto.
Fray hombre de régimen y autoridad hace saber su desagrado por el comportamiento de la niña y es cuando Ofelia le confiesa que Sharon no había tenido contacto con nadie y que tenia un don muy especial y era el de ver el futuro de las personas luego de tocarlas en la mano y mirarlas a los ojos .
Fray aterrado dice ¡eso es de satanas! Y a esa niña hay quehacerle un exorcismo por que esta poseída por el diablo y yo como autoridad eclesiástica ordeno que sea internada en las instalaciones del convento franciscano para quitar las poseciones que están en ella, Ofelia asustada se siente culpable por revelar el secreto y le dice padre es mi única familia y esta indefensa ante lo que usted dice ¡prefiero morir antes de verla sufrir!.
El sacerdote indignado se marcha con su monaguillo al monasterio mientras Ofelia se acercaba a su nieta y le dice: Sharon hoy tienes que partir a un viaje lejano,Sharon inmediatamente responde: no, me has escondido 15 años evitando lo inevitable no te preocupes yo se cual es mi destino y lo acepto, no llores abuela no entiendes que yo siempre estare a tu lado no importa lo que pase.
En la madrugada se escuchaban estruendos en la puerta; noris la abrió y al ver semejante espectáculo, el padre sus ayudantes y antorchas buscaban a Sharon, noris les exijio que se alejaran y dejaran en paz a la niña quien asus quince años solo albergaba inocencia; ignorando esas palabras fray jose avanzo llebandose a Sharon a pesar de los gritos y llantos de la abuela.
Las personas del pueblo se aglutinaron observando la niña de quien todos tenían una historia y que realmente solo era una pequeña joven.
La llevaron al convento y la hicieron ayunar por un mes sosteniéndose solo con lo que leandro conmovido y por medio de una pequeña ventana le llevaba, Sharon en ese último cuarto sucio y caluroso de aquella clausura con aspecto de mazmorra su aliciente era leandro quien buscaba la manera de hablarle.
Amarrada de pies y manos soportando castigos y preguntas de los sacerdotes tratando de sacar los espíritus que la poseían ya sin fuerzas perdía el conocimiento diciendo: yo soy hija de dios y al diablo no lo conozco pero si existe ustedes son como él. Esto hacia que el castigo fuera cada vez peor.
Leandro al ver esta tragedia se sentía atado sin poderla ayudar solo oraba sus plegarias al cielo pidiendo ayuda. Mientras noris intentaba ingresar al claustro para ayudar a Sharon sabiendo el sufrimiento de la joven, y el sufrimiento de su abuela que agonizaba por la ausencia de su nieta.
Noris logro entrar y para sorpresa de ella fray en su oficina le manifestó que Sharon no estaba poseída y que en sus practicas no encontraron meritos que sustentaran tal cosa.
Noris corre de felicidad hacia la celda y al entrar ve a Sharon en los brazos de leandro desvanecida y el joven llorando decía no pude ayudarla.
De aquella niña hermosa solo quedaban rasgos ya su piel estaba transparente y pálida. La gente del pueblo indignada comprendieron ese día las razones de ese secreto que con tanto celo guardaba Ofelia y muchos llorando tal injusticia cometida hacia aquella criatura comprendieron que no se puede juzgar y que por la ignorancia de muchos caen los inocentes.
